Mallorca ofrece una costa llena de contrastes. Al este, calas escondidas de agua turquesa como Cala Mitjana o Cala Mondragó. Al norte, acantilados majestuosos como los de Formentor. Al oeste, pueblos como Valldemossa o Deià cautivan con su autenticidad. En el sur, playas como Es Trenc o la Colònia de Sant Jordi invitan al relax absoluto.

Mallorca
Calas secretas, viento y magia
¿Qué ver?
¿Posible ruta?
Desde Sitges se puede salir rumbo sur bordeando la costa catalana, con posibles paradas en Tarragona o el Delta del Ebro. Tras cruzar el canal de Mallorca (aprox. 110-130 millas náuticas), la isla se presenta majestuosa. Una buena ruta sería rodear Mallorca en sentido horario, comenzando por la costa este hasta llegar a la Serra de Tramuntana y volver por el sur.
¿Cuántos días?
Para una escapada mínima se recomienda al menos 10 días, con 2 jornadas de navegación de ida y vuelta y 6 días para explorar la isla. Con 14 o 21 días puedes fondear en más lugares, visitar Cabrera, llegar hasta Menorca o tomarte la travesía con más calma. Es un viaje perfecto para disfrutar sin prisas.
Subirse a un velero y poner rumbo a Mallorca es mucho más que una travesía: es una invitación a vivir el Mediterráneo en su forma más auténtica. Desde Sitges, el viaje hacia esta joya balear es una experiencia para quienes buscan desconectar del ruido, reconectar con el mar y descubrir una isla que lo tiene todo: calas escondidas, pueblos con alma, naturaleza virgen y gastronomía con carácter.
El trayecto es ideal para quienes desean alquilar un velero entre 7 y 21 días. La ruta desde Sitges requiere entre 20 y 24 horas de navegación sin escalas, por lo que lo habitual es combinar la travesía con paradas en lugares como Tarragona, el Delta del Ebro o incluso Menorca o Cabrera, si hay tiempo y ganas de explorar más. Una vez en Mallorca, las opciones se multiplican: desde fondear en calas como Es Trenc o Cala Figuera hasta descubrir puertos con encanto como Sóller o Andratx.