Calas como Cala d’Hort, Cala Salada o Aigües Blanques. Atardeceres en Benirràs. El casco antiguo de Dalt Vila y su muralla. Mercados hippies, restaurantes con alma y rincones tranquilos incluso en temporada alta. Un equilibrio entre lo salvaje y lo sofisticado.

Ibiza
Calas secretas y noches con alma mediterránea
¿Qué ver?
¿Posible ruta?
Desde Sitges se puede descender por la costa catalana, hacer escala en el Delta o Columbretes, y cruzar hacia Ibiza (unas 140 millas). Al llegar, una buena opción es bordear la isla en sentido antihorario, fondeando en sus principales calas y visitando también Formentera si el tiempo lo permite. La vuelta puede incluir una escala en la costa valenciana. Ruta flexible y rica en paisajes.
¿Cuántos días?
En 7 días puedes hacer una travesía rápida, disfrutar de unos días fondeado en Ibiza y regresar. Con 10 a 14 días puedes explorar a fondo la isla, visitar Formentera o relajarte en fondeos más largos. Con 21 días puedes incluir escalas adicionales y vivir la experiencia a otro ritmo. Un viaje que se adapta a tu tiempo y tus ganas de mar.
Navegar desde Sitges hasta Ibiza es mucho más que una travesía: es un viaje hacia la esencia del Mediterráneo. Ideal para quienes buscan alquilar un velero entre 7 y 21 días y vivir la isla más famosa de las Baleares desde otra perspectiva: la del mar. Porque Ibiza es mucho más que fiesta; es calma, naturaleza, rincones solitarios y una energía que solo entiendes cuando llegas con el viento como compañero.
La travesía desde Sitges se puede hacer del tirón o con escalas en el Delta del Ebro, las Islas Columbretes o incluso Formentera, que queda a tiro de piedra. Al llegar, se abre un abanico de posibilidades: fondear en calas escondidas, visitar mercadillos artesanales, descubrir la Ibiza más tranquila o dejarse llevar por el ambiente único de sus puertos. Sol, ritmo lento, playas cristalinas y noches estrelladas. Ibiza tiene algo que atrapa, y llegar en velero multiplica la magia.