Sabemos que la playa tiene su encanto. La toalla, el chiringuito, la brisa marina… todo eso está bien. Pero si alguna vez has sentido que te falta algo más, que quieres vivir la costa desde otro lugar, entonces es momento de probar una experiencia en velero.
Porque cuando comparas, no hay color: un día en el mar a bordo de un velero privado es otro nivel. Más tranquilo, más especial, más libre. Aquí van 5 razones por las que, la próxima vez que pienses en ir a la playa, quizás prefieras subirte a bordo.
1. La privacidad no tiene precio
En la playa, por muy bonita que sea, es difícil evitar las sombrillas vecinas, el ruido, los gritos, las colas para pedir una bebida o el poco espacio para estar cómodo. En cambio, en un velero, estás tú y los tuyos, sin nadie más alrededor.
Tanto si eliges una experiencia romántica para dos como una salida en grupo, el barco es exclusivamente para ti. Puedes hablar, relajarte, bailar o simplemente no hacer nada… sin interrupciones. Privacidad real, con el mar como único testigo.
2. Vistas y rincones que desde la orilla no se ven
La costa es bonita, pero vista desde el mar, es espectacular. A bordo de un velero puedes descubrir calas escondidas, acantilados, cuevas y paisajes que son inaccesibles desde tierra. Y lo mejor: muchas veces puedes fondear y bañarte en lugares completamente tranquilos, sin nadie alrededor.
Una experiencia en velero es una forma diferente de explorar la costa. No es solo navegar, es descubrir lugares nuevos sin alejarte tanto.
3. Más comodidad, menos arena
A todos nos ha pasado: la arena en los zapatos, en la comida, en la ropa… Por no hablar del calor abrasador cuando no encuentras sombra. En un velero, tienes espacio para moverte cómodamente, sombra cuando la necesitas, nevera con bebidas frías, música, y hasta baño a bordo.
Y si quieres bañarte, no tienes que caminar entre piedras ni buscar sitio para dejar las cosas. Saltas al mar, disfrutas, y vuelves a bordo. Así de fácil.
4. Es una experiencia que se recuerda
Un día de playa es agradable, pero probablemente mañana no lo recuerdes. Una salida en velero, en cambio, es uno de esos planes que marcan. Ya sea por el silencio, por el atardecer desde cubierta, por una conversación que no hubieras tenido en tierra o por ese baño en aguas transparentes… Algo queda grabado.
Regalarte o regalar a alguien una experiencia así tiene otro valor. Porque lo importante no es solo pasar el día, sino cómo lo vives.
5. Es más accesible de lo que imaginas
Muchas personas piensan que un velero es algo exclusivo o solo para ocasiones especiales. Pero con nuestras opciones de salidas desde Sitges, puedes vivir esta experiencia desde 3 horas, con precios ajustados y en barcos preparados para todo tipo de público.
Disponemos de dos veleros —Aida y MonAmour—, y múltiples planes: escapadas románticas, salidas en grupo, celebraciones, travesías largas… Eliges la duración, el tipo de experiencia y cuándo te apetece hacerlo. Fácil, flexible y 100 % privado.
¿Y si este verano te regalas algo distinto?
La próxima vez que pienses en pasar el día en la playa, pregúntate esto:
¿Y si en lugar de buscar hueco para la toalla, me dejo llevar por el mar?
En Sailing Trip Sitges te esperamos para convertir cualquier día en algo que recordarás siempre.
Playa hay muchas. Momentos así, pocos.